jueves, 28 de marzo de 2024

Y apenas me dio tiempo a hacer la visita al Santísimo

«Cuando le toca el turno se arrodilla detrás de la tupida rejilla del mueble penitencial.

—Ave María Purísima —saluda al sacerdote.

—Sin pecado concebida —responde la voz íntima, viril y algo rasposa del padre Fornell. Lita roza levemente la rejilla metálica con la punta de la nariz y percibe un delicado efluvio del agua de colonia que usa el sacerdote.

—Dime, Lita, hija —murmura el padre Fornell, S. J., después de reconocerla tras la rejilla—. La semana pasada te saltaste la confesión, ¿o fuiste a otra parroquia?

Lita adivina un leve tono de reproche en su voz.

—¡No, padre! —se apresura a decir—. Es que hemos estado muy ocupados en la oficina y apenas me dio tiempo a hacer la visita al Santísimo.

—¡Dios está antes que la oficina y que todo! —le riñe el confesor—. ¡La mala hierba es como la pelusilla del bigote: se robustece! ¡Hay que arrancarla todas las semanas! ¡Que no vuelva a ocurrir! Dime ahora, hija, vacía tu alma ante el tribunal de la penitencia.

—Sonsáqueme, padre.

—Desahógate, hija mía. ¿De qué pecados te acusas?».

De la alpargata al Seiscientos

Juan Eslava Galán



Las Provincias. 3 de abril de 1931

martes, 26 de marzo de 2024

Que no tuviera en el horizonte la torre del Miguelete

«Valencia era una ciudad obsequiada por su huerta y vivía solo dentro de sí misma, autosatisfecha, muy alejada en espíritu del resto de una tierra que no tuviera en el horizonte la torre del Miguelete».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Actual plaza de la Reina

Todocolección

domingo, 24 de marzo de 2024

Les taules són parades de palmes i de rams

«Ja arriba el sant diumenge,
sant diumenge del Ram;
floreixen violetes
pels marges i boscams,
els ametllers s'engebren,
de flors s'omple la vall,
abelles trescadores
son nèctar van xuclant
i les lleugeres brises
mormolen per l'espai:
Jesús-Maria!

Les taules són parades
de palmes i de rams,
de llor i d'olivera
i de tortells en gran,
que els xics i minyonetes
al temple enarbraran:
Jesús-Maria!

Ara ve el sant diumenge,
sant diumenge del Ram,
i aprés Setmana Santa,
la més trista de l'any,
els orgues i campanes
de sobte emmudiran
i els fasos* i tenebres
tan sols ressonaran:
Jesús-Maria!,
tan sols ressonaran».

*Els fasos son les maitines de Setmana Santa

Glossa del Diumenge de Rams

Antoni Doltra i Masferrer



Mercado de palmas de Valencia

La Semana Gráfica. 12 de abril de 1930

viernes, 22 de marzo de 2024

Las calles que rodeaban el mercado central estaban penetradas de gritos de menestrales

«Era aquella la Valencia de principios de siglo, cuya población apenas superaba los doscientos mil habitantes. Las calles que rodeaban el mercado central estaban penetradas de gritos de menestrales, de buhoneros y ropavejeros y orquestadas por todos los sonidos posibles que procedían de obradores, de pequeñas fábricas de hilados, de talleres de platerías, de zapateros en sus taquillones y de las trompetillas de los vendedores ambulantes».

Retrato de una mujer moderna

Manuel Vicent



Plaza del Mercado. 1918

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miércoles, 20 de marzo de 2024

Tal vez ese año al parador del Foc o del So Nelo había venido a cantar Renato Carossone o Marino Marini o Sacha Distel o Lorencito González o Luis Mariano o las Hermanas Benítez o Xavier Cugat y Abee Lane

«Ya habían pasado las fallas. Tal vez ese año al parador del Foc o del So Nelo había venido a cantar Renato Carossone o Marino Marini o Sacha Distel o Lorencito González o Luis Mariano o las Hermanas Benítez o Xavier Cugat y Abee Lane. En fallas los señoritos valencianos se iban a Andorra a comprar duralex».

Tranvía a la Malvarrosa

Manuel Vicent



Parador So Nelo. 1964

Javier Mozas (Archivo de la JCF)

lunes, 18 de marzo de 2024

Es realmente digno de ver, uno de los grandes espectáculos europeos

«En fin, cuando toda la gente está congregada en torno a ellos y el viento sopla en la dirección requerida, estos mamuts de madera comienzan a arder, se encienden los explosivos y estallan las bellas guirnaldas de fuegos artificiales, dando la impresión de que la ciudad entera está ardiendo. Es realmente digno de ver, uno de los grandes espectáculos europeos».

Iberia

James A. Michener



Cremá de la falla Plaza del Mercado Central. 1972

Cortesía de José Navarro Escrich

sábado, 16 de marzo de 2024

A mí, los castillos, ni fu ni fa. Eso sí, las mascletàs me pierden

«La multitud que estaba en el lado derecho maldecía su suerte. El viento soplaba del norte. Eso significaba que les traería la humareda y la lluvia de papelitos y trocitos de plástico que el disparo de la mascletà provocaría. No obstante, los más entendidos —o sea, casi todos— decían que no hay mal que por bien no venga, pues el molesto aire que les impediría ver bien el fuego aéreo también les llevaría mejor el sonido. Los más mayores se quejaban de que, cada año, las vallas de seguridad se comían más terreno del público y contaban las mascletàs de sus años mozos y golfos, cuando no había cercas de acero y casi te podías meter dentro de la zona de fuegos. «Entonces sí que estaba bien, sí. Ahora, tan lejos, se pierde mucho». Entre los miles de espectadores siempre hay quien acude por primera vez, traído por un nativo que le explica que no se tape los oídos, porque es peor, y que deje la boca entreabierta para evitar que le revienten los tímpanos. La gente que hay alrededor mira al neófito con una mirada burlona, pero, sobre todo, de expectante malicia: no hay nada más divertido para un valenciano que contemplar el terror que se dibuja en la cara de los que jamás han estado en una mascletà de Fallas cuando la furia de la pólvora es desatada por los maestros del fuego. Que toque en suerte estar al lado de un espectador de oídos vírgenes en estas lides añade malévola diversión al espectáculo "que más nos gusta a los valencianos. A mí, los castillos, ni fu ni fa. Eso sí, las mascletàs me pierden"».

El silencio del pantano

Juanjo Braulio



"Mascletà" en la plaza de Caudillo. 1951

Foto López - Egea